No hay daño cerebral demasiado pequeño para ser ignorado, ni demasiado grande para perder la esperanza

Una Guerrera que sigue sin rendirse…

Cuando Richard me conto lo que había pasado, no me lo podía creer. Son estas situaciones de la vida para las que nunca estas preparado. Mas allá del Dolor que la familia siente, que ya habréis podido leer entre las líneas que Richard ha escrito, los más allegados hemos tenido que sufrir la pestilente indiferencia que algunos sanitarios nos han ofrecido para paliar el duro golpe.

Tras el estado de emergencia de los primeros días, los primeros que se rindieron fueron aquellas personas de las que su posible recuperación estaba pendiendo en sus manos directamente. La unidad de Cuidados Intensivos del Hospital. Esta fue nuestra primera Gran Estacada, y a mi parecer la responsable de que hoy Ali sigua en coma Vigil, ya que dicho por los especialistas los primeros meses suponen más del 80% de la posibilidad de recuperación en estos pacientes. Pero ellos, la trasladaron a un Hospital de crónicos que fue su sentencia final, pues allí mandan a la gente por la que ya no hay nada que hacer. Fueron los primero en rendirse, aun teniendo delante a una mujer de 40 años con una hija por aquel entonces de 6 años esperando recuperar a su madre.

En el Hospital de crónicos a 40km de su domicilio, su nuevo medico, y única esperanza la abandonó a su suerte, prescribiéndole un tratamiento paliativo, que, para el que no lo entienda significa que se limito a que no empeorara, pero ni de lejos intento recuperarla, él tampoco creyó que fuera posible… Intentamos que un buen profesional de Rehabilitación experto en Daño Cerebral, fuera al Hospital a hacerle rehabilitación de forma privada, pero también nos prohibieron eso, nadie de fuera del personal puede tratar a la paciente…

Tras unos pocos meses en esta situación su nuevo equipo médico convoca una reunión, con Richard y la verdad ni siquiera se que decir al respecto. ¡Le dieron el alta, EL ALTA! Su medico dijo, que no podían hacer nada por ella, y que no duraría mucho tiempo, de esto hace ya 5 años.

Cuando el informe médico llega a mis manos tras la reunión, no podía dar crédito a lo que estaba leyendo, solo voy a resumir tras muchas frases y palabras de la jerga que nadie entiende, el Pronóstico fue, deterioro clínico lentamente y progresivo, con complicaciones infecciosas que le llevaran a la muerte. » 15 de Marzo de 2016 «

Desde ese día la lucha por intentar que alguien le diera ni mas ni menos que el tratamiento que se merece, ha sido en vano, más de 12 Reclamaciones al hospital y a Conselleria de Sanidad de la Comunitat Valenciana para que la trasladaran de centro, Solicitud de Ayuda a la Concejalía de Sanidad de Gandía en la que » Liduvina Gil» nos ayudó a conseguir audiencia con el Director del Hospital de Gandía, la reunión fue en vano también, «no cabía la posibilidad de traslado», Alicia ya no era paciente, puesto que estaba en situación de alta médica, y solo existiría un traslado, a una residencia de la tercera edad. La asistenta social del Hospital de Denia «La pedrera» donde está ingresada nos dice, que lo importante es que vaya a una residencia porque Alicia necesita tener su casa, un sitio donde poder empadronarse. (… sin comentarios) La propia consellera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, que nos atendió una vez en su despacho, no podía creerse que fuera verdad lo que le estábamos contando, le llevamos los papeles, informes, reclamaciones. Pero, tampoco nos ayudo, cada mes que pasaba estaba más lejos la oportunidad de recuperación, fue realmente desesperante.

En medio de todo este calvario, Richard tuvo que ser operado de urgencia a corazón abierto, otro revés más, pero Richard es un Soldado de las Fuerzas Especiales, sirvió a nuestra patria en las C.O.E.S. y nunca se rinde, así que aun en el hospital ya me estaba llamando para ver si se sabia algo nuevo. Cuando salió del Hospital, decidimos dejar de insistir en esa dirección, asumimos que nunca la iban a trasladar y que no le iban a hacer la rehabilitación suficiente, era lo más sensato, casi le cuesta la vida y tiene una hija pequeña que ya ha perdido a su madre, le necesita.

Pensamos que la parte positiva de que Ali estuviera en una residencia, sería estar más cerca de su familia, así su hija podría ir a verla casi todos los días y por fin, podríamos darle el tratamiento que se merece, podría ir un buen Fisioterapeuta a tratarla, y un Neurólogo, en fin profesionales, que como son privados harán lo que tengan que hacer por el paciente. De hecho, conocemos ya muchos casos cercanos que desde que sacaron a sus familiares del Hospital de la muerte «La Pedrera», y les dieron la rehabilitación correcta, han vuelto a hablar, caminar, comer por si solos… son más de 10 casos, y los que no sabremos.

5 años en total esperando una residencia para Ali, y nunca llega. Richard sigue yendo a dedicarle todo el tiempo que tiene disponible a Ali, mientras cuida de su hija y trabaja lo que puede para mantenerse. El amor tan profundo que le tiene ese hombre a su mujer es inmensurable, jamás conocí una pareja que se quisiera tanto como ellos. La verdad, nos gustaría que alguien dejara de pasar la pelota al de al lado y nos diera soluciones que podamos asumir, el sistema no funciona, por que hay mucha gente que no se hace responsable de sus obligaciones, se limitan a salvar «su culo en el asiento». Me gustaría hacer un llamamiento a cualquier lector, que tenga una experiencia parecida o por su trabajo o entorno pueda echarnos una mano a solucionar esto, una idea, un consejo, todo será bienvenido. Muchas Gracias por leer nuestra historia de una guerrera que sigue sin rendirse.

María Higuero.

 

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