No hay daño cerebral demasiado pequeño para ser ignorado, ni demasiado grande para perder la esperanza

Mientras Dormías

Hoy se cumplen 8 años desde que saliste de nuestra casa, pero no de nuestras vidas. 8 años que se acabó mi risa, pero no mis lágrimas. Nuestra hija, con seis años entonces, ahora se ha convertido en una señorita de 14 añitos de la cual nos podemos sentir orgullosos. La gente me dice» como has podido educarla tan bien tú solo» yo siempre respondo lo mismo: «es muy fácil, tengo una mujer que es un ejemplo de madre, y solo hago lo que ella hubiera hecho».

8 años que mirando hacia atrás veo que hemos pasado por situaciones críticas, malas, menos malas y buenas, no voy a decir muy buenas porque siempre faltabas tú para que fueran muy buenas. 8 navidades, veranos, cumpleaños, etc.. 8 años sin oír tu voz. Sabes que muchísimas veces cuando estoy trabajando me pongo los videos de nuestro viaje a Normandía, solo que por oír tu voz. No quiero olvidarme de tu voz, de tu risa, de tu mirada. Siempre digo que desde que te fuiste el mundo se ha vuelto completamente loco, o es esa la sensación que tengo. Nuestra hija es un ejemplo a seguir, claro que tiene sus cosas, «por dios» quien no las tiene!. Pero de todas maneras ha sacado lo mejor de nosotros, cada día se parece más a ti, cuando ríe, cuando se enfada, cuando cocina, su manera de hablar y gesticular. Hasta cuando se limpia las gafas se parece a ti. Lo siento cariño por haberte fallado y no haberte podido sacar de la situación que atraviesas, tienes que saber que lo intente con todas mis fuerzas, pero casi pierdo la vida en el intento, y nuestra hija se hubiera quedado sola. Sé muy bien que no quieres que eso pase y lo único que me pides es que cuide de nuestro tesoro. En esta larga espera, hay gente que no ha dejado de apoyarnos y a todos ellos les agradezco de corazón su apoyo total, otras, sin embargo, me han defraudado y me alegro de que hayan salido de nuestras vidas… Si el karma existe sé qué les pasará cuentas, es lamentable tener que escribir esto después de haber pasado tanto dolor. A esta época de nuestra vida la llamo «MIENTRAS DORMÍAS» donde han pasado tantas cosas y tú no has podido vivirlas, mientras que otras personas que las hubieran podido compartir decidieron apartarse (mucho mejor así) cosas como: el paso de nuestra hija de infantil a primaria, sus festivales de navidad, sus finales de curso, su orla como se llama ahora, su paso a la educación segundaria, mi primer desfile día del veterano en rabasa donde tú estuviste viéndome jurar bandera y que ante aquella bandera también te jure mi amor, sé que te hubiera encantado estar allí 33 años después. Los progresos de nuestra hija en muchas cosas.

Cada día me despierto y sigo pensando que fue un sueño lo que paso miro a la puerta del baño esperando que salgas y me des los buenos días, aunque en el fondo sé que eso no va a pasar. Cada día pienso que no suene el teléfono con un número de centralita y que sea el hospital diciéndome que estás peor, una angustia constante, la siento como un hacha en mi cuello que tarde o temprano caerá. Espero que sea más tarde que pronto.

Si que hay una cosa que te puedo prometer, que estaremos a tu lado pase lo que pase, mi guerrera silenciosa.

Te quiero

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Suscríbete a mi blog y estarás informado de lo último que vaya publicando, no te preocupes de que no utilizaré tu correo para nada más, un gran abrazo

Loading